
Decía Ramón de Campoamor que su alma no entendía el baile desenfrenado ni el amor sereno. No lo decía así, claro, lo escribía mucho mejor, que el tipo era un poeta grandísimo, aunque ahora es poco leído porque hay quien se empeña en llamarle cursi y en decir que era un escritor para señoritas. Tengo para mí, como muy seguro, que los mejores escritores del mundo son los escritores para señoritas...